Asombro: esa palabra resumía lo que generó en el mundo futbolístico el segundo gol de Deyna Castellanos al final del juego entre Venezuela y Camerún. De hecho, el impacto no se ha difuminado del todo, ya que el portal de la BBC en español todavía tiene el video que refleja esa jugada. Y deja a la gente atónita no sólo por el disparo en sí, sino por el momento del juego, justo inmediatamente después de que Camerún empatara las acciones. De paso, hablamos del minuto 94 de juego. Por eso yo tuitié que ella no tenía sangre, sino hidrógeno en las venas para tomar una decisión de ese tipo y ejecutarla de esa manera.
Para mí no es tan sorpresivo su comportamiento, dada la cantidad de hazañas y jugadas destacadas que ella ha cosechado. Sólo vale decir que posee el record de goles en el mundial sub 17, aparte de todas las dianas que ha acumulado a lo largo de su ya larga y exitosa carrera. El mejor botón de muestra: los 5 goles en ocho partidos que ha acumulado en la exigente Liga Universitaria de los EUA (algo así como una triple A en el soccer estadounidense). Por eso yo aseguro que esos chispazos de genialidad no son casos aislados, sino la manifestación de una jugadora fuera de serie.
¿Qué elementos hacen de ella una jugadora realmente especial? Irreverencia total, calidad técnico-táctica altamente comprobada, determinación en el momento más importante y una confianza en sí misma que no le cabe en su pecho. Todos esos ingredientes han logrado una futbolista que rompe el molde de la mujer de fútbol tradicional, muy respetuosa del sistema táctico, muy gregaria, más física que técnica. Y su carisma, esa sonrisa cautivante y su capacidad de hablar tan fácil que seduce a la prensa y (por supuesto) a los anunciantes.
¿Por qué titulo a este post el efecto Deyna? Porque percibo en ella un ángel especial, que si se dosifica bien puede representar un antes y un después en el fútbol femenino mundial. Ella podría convertirse en un ícono, la representación de la atleta femenina por antonomasia, la dueña y reina del balón. Tiene todos los elementos para hacerlo.
¿Qué podemos hacer nosotros, los venezolanos con ella? Darle gracias a Dios porque nació en Venezuela y pedirle a él que la cuide mucho y la proteja de lesiones graves. Además, podemos mostrarla como ejemplo de la mujer venezolana echada para adelante como muchas, que puede usar su talento en beneficio propio y de su grupo de trabajo. Ella por sí sola podría ayudar a muchas niñas a decantarse por el fútbol como un estilo de vida y mostrarle cómo ser una persona exitosa desde el trabajo dedicado y el aprovechamiento de los talentos que cada quien ha recibido. Sólo espero que las personas adecuadas la puedan conducir y que la FVF sepa usar ese talento para el bien del fútbol femenino venezolano, que a ella mucho se lo agradecerá. Porque el desarrollo de este fútbol le ayudará a ella a lograr sus metas deportivas como parte de una selección. Así sea.
Mis deportivos saludos
Gabriel García
PD: espero que ese talento nos sea suficiente para ganarle mañana a Canadá y poder clasificar a cuartos de final.
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