martes, 26 de diciembre de 2017

Carta de admiración a Estudiantes de Guárico

Estimadas Estudiantes de Guárico:

Es un placer para mí como fanático del fútbol femenino dirigirme a ustedes, el equipo más
laureado del balompié femenino en Venezuela. Denomino esta misiva como carta de
admiración porque lo que ustedes han hecho es admirable: su hegemonía en el deporte (no
creo que en Venezuela haya otro equipo deportivo con un dominio similar), su estilo de
juego tan elegante y efectivo a la vez, incluso que hayan podido extender su poderío al
fútbol sala. En conclusión, realmente su institución es una máquina de ganar torneos y me
rindo ante su eficiencia.

Pero no sólo escribí esta carta para alabarles, lo cual merecen sobremanera. El objetivo
también es expresale una inquietud que me surge como seguidor del fútbol femenino
venezolano. Es el tema de su fanaticada. No conozco la idiosincrasia futbolística del
guariqueño, pero tener una potencia nacional como su club debería ser más que suficiente
para llenar un estadio pequeño y que esa hinchada haga ruido en todo el país. Sé que el
fútbol femenino no arrastra mucho público, pero sus resultados son más que notables y
deberían ser más valorados por la población del estado al cual ustedes dignamente
representan. ¿Cuestión de mercadeo? No sé, pero es importante reflexionar sobre eso,
porque un equipo popular vende, y las ventas de productos relacionados con un club
generan ingresos que se pueden reinvertir en hacerlo cada vez más poderoso, no tanto en
el país (donde ya lo es) sino sobre todo internacionalmente.

Y mi propuesta va por ahí: fortalecer el mercadeo deportivo de Estudiantes de Guárico. Esto
no es común en el mundo futbolístico femenino, pero ustedes pueden (y deben) hacerlo,
romper esquemas. Vender su camiseta, recuerdos, tener una página creada por
profesionales; en fin, contratar un equipo de mercadeo deportivo que las ponga a valer. Yo,
por mi parte, seré portavoz de sus iniciativas. De la mano con esto está el impulso a su
fanaticada guariqueña, promocionando cada vez más su cantera con el fútbol femenino
escolar. Ustedes pueden ser las heroínas de muchas niñitas llaneras y basta con un poco
de promoción para lograrlo. Así, consolidarán su base de jugadoras y difundirán su idea
futbolística a muchas chicas desde la más tierna edad. También así convocarán a muchas
familias (las de sus jugadoras) quienes podrán plenar en el futuro cercano al estadio Alfredo
Simonpietri. El mercadeo, insisto, será la clave de todo esto.


Para no alargarme más, me toca felicitar al equipo técnico y directivo, a los señores
Erickson Durán y Omar Ramírez, cabezas pensantes de este gran proyecto. Pido a Dios
que les dé fuerzas para seguir adelante pese a las dificultades y que juntos, dirigentes y
jugadoras, puedan alcanzar la meta que les falta: la Libertadores, esa que en el 2016
estuvieron a centímetros de acariciar. Yo los hincharé como orgulloso venezolano y sufriré
con ustedes sus esfuerzos por lograr ese objetivo. Ánimo y que el 2018 sea aún mejor que
este 2017.

Con mis deportivos saludos me despido.

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