domingo, 16 de mayo de 2021

El reencuentro de las guerreras II

 

2.   Ataque.

Si al principio dije que el aspecto más sólido de la selección era el defensivo, es menester mencionar que quedaron a deber en el ataque, más por definición que por llegadas, ya que intentos hubo y muchos. Esto es digno de mencionar sobre todo en el primer encuentro contra Argentina, en el cual Venezuela alineó a cuatro delanteras de raza: Deyna, Oriana, Joemar y Mariana Speckmaier. Vale la pena preguntarse ¿cómo es que tanto talento junto no haya logrado embocar ni siquiera una pelota en las redes? Yo veo la raíz del problema en el mediocampo. El tránsito en esa zona del terreno era muy breve (cuando no se la saltaban del todo) y mayormente reducido a las bandas. Ello creaba un cuello de botella que le facilitaba el trabajo a las defensoras contrarias y desgastaba mucho a nuestras delanteras.

Creo que el plan original era tener a Deyna como una suerte de enganche, a Mariana y a Joemar como alas y a Oriana de 9 fija metida en el área. Pero a Deyna le llegaron pocos balones para realizar esa función y se vio más en el medio cortando que creando. Esto quiere decir que hace falta una mediocampista creativa “pura”, capaz de ordenar el ataque, que sirva de descarga y que limpie  las salidas, además de filtrar balones a las delanteras y dejarlas en buena posición para definir. Veo que las actuales son mejores destruyendo juego que creándolo. Haciendo memoria, ¿cómo no extrañar a una Daniuska habilitando a Deyna para ese gol magistral contra Brasil en Cabudare? Algo de eso se necesita.

Adicionalmente, es fundamental más entendimiento entre las atacantes, que se conecten más, que triangulen más. Se les vio batallando contra dos y tres defensoras, muchas veces solas, esperando a alguien con quien combinar para lograr claridad en las jugadas. Lo reafirmo: talento hay, lo importante es trabajar las jugadas de definición y fortalecer el medio creativo, para tener ocasiones más claras y tiros más precisos, con la finalidad de alcanzar el objetivo: el ansiado gol.

Una cosa más me llama la atención: si Deyna es tan buena lanzadora de tiros libres, ¿por qué no se buscan más faltas en la frontal del área? Esa herramienta no se puede desaprovechar y se consigue en buena medida con jugadas de pivoteo en donde una atacante reciba pelotas a espalda del arco, con lo cual pueda voltearse para buscarlo y se genere la ocasión para patear o recibir la falta. Claro está, esto requiere alguien que envíe la pelota desde tres cuartos de cancha y de esa pieza estamos cojeando.

Más allá de todo, veo como una buena noticia a Capdevilla. Delantera joven, fue un buen recambio en esa zona del terreno cuando le dieron la oportunidad y hasta estuvo a punto de marcar gol. De verdad que tenemos a delanteras de un buen nivel en la selección, lo que hay que hacer es surtirlas bien para que queden en buena posición para anotar.

3.   Consideraciones finales.

Puedo decir que, a pesar de todo, me gustó lo que vi. Siento que Pamela Conti está poco a poco solidificando su proyecto y el material humano con el que cuenta es de primera. Sin embargo, en mi humilde opinión, yo aportaría algunas ideas.

Para mí, Sonia O’Neill debe estar en el mediocampo, más cerca de las delanteras. Si bien es cierto, ella es una jugadora de buen pie y fuerte, lo cual es un plus como central, necesitamos su claridad cerca de la zona de ataque por las razones ya antes desarrolladas, Por otro lado, hay que buscar más jugadoras que llenen el mediocentro creativo, no sé si Daniuska, Paola, enganches naturales que puedan enriquecer una zona clave para nuestra vinotinto femenina.

Mi opinión se resumen en que si Venezuela logra fortalecer la creación de juego en el centro del campo los goles vendrán, porque jugadoras con gol hay y muchas, pero necesitan pases de calidad para poder tener buenas opciones de gol.

Confío en que Pamela Conti tome nota de lo que vio y que la FVF le dé a las muchachas la oportunidad de seguir jugando amistosos este año para llegar bien preparadas al Premundial. Porque roce internacional es lo que necesitamos, mucho roce, para ir aprendiendo de los errores y fortaleciendo las virtudes, lo cual las pondrá en los rieles del próximo mundial en tierras oceánicas. Es lo que todos queremos.

Con mis deportivos saludos.